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- Eres Tan Joven Como Tu Fe
- San Pedro Sacatepéquez, San Marcos, Guatemala
- Somos un Movimiento Juvenil Católico, de la Parroquia de San Pedro Sacatepéquez, departamento de San Marcos, de la ciudad de Guatemala, en el año 2000 empezó nuestra misión y compromiso de poder Ayudar a los jóvenes a través de retiros kerigmáticos, los cuales nos han ayudado a fortalecer nuestra alma y espíritu y a la conversión de muchas personas que lo han vivido; La iglesia de hoy cuenta con la enorme bendición de tener grupos juveniles dentro de ella. Esto de una u otra manera impacta, porque lo primero que podemos ver aquí es que hubo una decisión propia de integrarse al cuerpo de Cristo. Muchos de los jóvenes están fuera de ellas, viviendo una vida desordenada y sin valores. Pero con la ayuda de Cristo y con decisión del joven católico los podemos encausar al Camino de Nuestro Padre, MOVIMIENTO ERES TAN JOVEN COMO TU FE
viernes, 23 de agosto de 2013
LAS MANOS DE DIOS
LAS MANOS DE DIOS
¿Por qué parece que
Dios no interviene para remediar los males del hombre? Una reflexión para
pensar… y actuar.
Cuando observo el
campo sin arar; cuando los aperos de labranza están olvidados; cuando la tierra
está quebrada y abandonada me pregunto: ¿dónde estarán las manos de Dios?
Cuando observo la
injusticia, la corrupción, el que explota al débil; cuando veo al prepotente
pedante enriquecerse del ignorante y del pobre, del obrero, del campesino
carente de recursos para defender sus derechos, me pregunto: ¿dónde estarán las
manos de Dios?
Cuando contemplo a
esa anciana olvidada; cuando su mirada es nostalgia y balbucea todavía algunas
palabras de amor por el hijo que la abandonó, me pregunto: ¿dónde estarán las
manos de Dios?
Cuando veo al
moribundo sufrimiento es intolerable y su lecho se convierte en un grito de
súplica de paz, me pregunto: ¿dónde estarán las manos de Dios?
Cuando miro a ese
joven antes fuerte y decidido, ahora embrutecido por la droga y el alcohol;
cuando veo titubeante lo que antes era una inteligencia brillante y ahora
harapos sin rumbo ni destino, me pregunto: ¿dónde estarán las manos de Dios?
Cuando a esa
chiquilla que debería soñar en fantasías, la veo arrastrar su existencia y en
su rostro se refleja ya el hastío de vivir, y buscando sobrevivir se pinta la
boca, se ciñe el vestido y sale a vender su cuerpo, me pregunto: ¿dónde estarán
las manos de Dios?
Cuando aquel
pequeño a las tres de la madrugada me ofrece su periódico, su miserable cajita
de dulces sin vender; cuando lo veo dormir en una puerta titiritando de frío;
cuando su mirada me reclama una caricia; cuando lo veo sin esperanzas vagar con
la única compañía de un perro callejero, me pregunto: ¿dónde estarán las manos
de Dios?
Y me enfrento a Él
y le pregunto: ¿dónde están tus manos, Señor? para luchar por la justicia, para
dar una caricia, un consuelo al abandonado, rescatar a la juventud de las
drogas, dar amor y ternura a los olvidados.
Después de un largo
silencio escuché su voz que me reclamó: "no te das cuenta que tú eres mis
manos, atrévete a usarlas para lo que fueron hechas, para dar amor y alcanzar
estrellas".
Y comprendí que las
manos de Dios somos "TU y YO", los que tenemos la voluntad, el
conocimiento y el coraje de luchar por un mundo más humano y justo, aquellos
cuyos ideales sean tan altos que no puedan dejar de acudir a la llamada del
destino, aquellos que desafiando el dolor, la crítica y la blasfemia se
retienen a sí mismos para ser las manos de Dios.
Señor, ahora me doy
cuenta que mis manos están sin llenar, que no han dado lo que deberían de dar,
te pido ahora perdón por el amor que me diste y no he sabido compartir, las
debo usar para amar y conquistar la grandeza de la creación.
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